Enki era conocido con otros nombres, tales como el acadio-babilonio, Ea ("Cuya casa es el agua") o NU.DIM.MUD (Nudimmud), "Él que moldea las cosas".
"Era sabio y hábil en todos los oficios; él era un brillante científico, genetista e ingeniero".
Junto con Anu, el dios del cielo, su hermano Enlil, el dios del aire, y Ninhursag, la madre tierra, Enki era uno de los dioses más poderosos del panteón sumerio.
En los textos sumerios a Enki se le describe como:
"El del conocimiento excepcional, que conoce los poderes divinos en el cielo y la tierra, que desde su propia morada ya conoce las intenciones de los dioses..."
Enki es asociado con la ciudad de Eridu en el sur de Mesopotamia.
En la mitología sumeria, Eridu (E.RI.DU - 'Hogar construido en la lejanía') era una de las ciudades más antiguas y más sagradas de los sumerios. Enki fue adorado en Eridu y allí tenía su templo, E-Abzu ('casa del Abzu'), que también era conocida como E-engur-ra ('casa del agua subterránea').
En el arte mesopotámico Enki es representado como un dios sentado con la barba larga, que lleva una gorra con cuernos y una larga túnica.
En el arte mesopotámico Enki es representado como un dios sentado con la barba larga, que lleva una gorra con cuernos y una larga túnica.
"Corrientes de flujo de agua salen de los brazos hacia el suelo, a veces con peces nadando a lo largo del flujo, lo que simboliza las aguas subterráneas del Abzu".
De acuerdo con la epopeya babilónica de la creación, el 'Enûma Elish', tomado de la biblioteca de Asurbanipal (aprox. 630 AC), Enki vivió en el Abzu (Apsû en acadio) con criaturas míticas, como los siete meditadores que fueron creados para enseñar a la humanidad y Isimud (Ismus), un dios mensajero con dos caras que miran en direcciones opuestas, que era el sirviente de Enki.
El Abzu, que era un lugar mágico lleno de poderes divinos, era frecuentemente visitado por los dioses que querían robar algunos de los poderes de Enki.
El gran dios Enki no era un gobernante él mismo, pero les daba a los gobernantes lo que ellos más necesitaban - conocimiento e inteligencia - y él les repartió el habla a los seres humanos.
Y así los antiguos textos sumerios dicen:
"Enki, el Señor de la abundancia, de los comandos de confianza,
el Señor de la sabiduría, que entiende la tierra,
el líder de los dioses,
dotado de sabiduría,
el Señor de Eridu
cambió el habla en sus bocas,[Incorporó] la discusión a esta,
a la lengua del hombre,
Que había sido previamente una..."
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