El capitán David
Schindele, comandante del equipo de lanzamientos de misiles Minuteman I,
afirmó en diciembre de 1966 haber sido testigo de la presencia de un
ovni en forma de platillo volador sobre la base aérea de Minot, en
Dakota del Norte (EEUU). El objeto logró supuestamente dejar
inhabilitados 10 misiles equipados con ojivas nucleares.
El militar indicó que los altos oficiales de la Fuerza Aérea de EEUU
estaban al tanto del incidente con el ovni, pero le advirtieron de que
nunca hablara de lo ocurrido.
Schindele obedeció las órdenes, pero años más tarde se enteró de que
otros miembros de su equipo y varias otras personas en diferentes bases
de todo el país habían vivido episodios similares.
"En aquel momento en Minot, muchos de nosotros experimentamos incidentes extraordinarios en las instalaciones de Minuteman, pero todos fuimos instruidos individualmente para guardar silencio", aseguró Schindele, citado por el medio local Minot Daily News.
Tras percatarse de que no era el único operador de misiles que había
visto los ovnis sobrevolando las instalaciones de Minuteman, el militar
decidió llevar a cabo una investigación sobre el asunto y desvelar la
razón por la que todos los testigos fueron obligados a guardar silencio.
Según Schindele, muchos de sus colegas en Minot nunca hablaron del
incidente y se llevaron este 'secreto' a la tumba. Y aquellos que siguen
vivos se niegan compartir a sus vivencias.
A lo largo de los casi siete años de su investigación, Schindele ha acumulado tanta información acerca del fenómeno que espera publicar pronto el segundo tomo.
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