El ser humano a través de la historia ha intentado mantener algún
tipo de "contacto con seres de otros planetas".
Para lograr este fin, el ser humano tuvo la ingeniosa idea
de mandar mensajes por medio de satélites hacia el cosmos, con la finalidad de
que alguna civilización inteligente pueda captar dichos mensajes.
"Se dice que la primera señal fue enviada durante la
apertura de los Juegos Olímpicos de 1936 en Berlín, durante un discurso del
alemán, Adolf Hitler."
El voyager 1
El mensaje, contenido en un "disco dorado", continúa a bordo de la sonda espacial de la NASA, que recientemente abandono los limites del Sistema Solar e ingresó a una zona en la que ningún artefacto construido por los seres humanos había llegado antes: el espacio interestelar. Voyager 1, lanzada en principio para explorar Júpiter, Saturno y sus respectivas lunas, sigue alejándose de la Tierra a una velocidad promedio de más de 56 mil kilómetros por hora. Y aunque cumplió su objetivo de fotografiar estos planetas, la sonda ahora va por más.
En 1977 la Sociedad Americana de Astronomia decidió que era buena idea enviar al espacio un mensaje que representara a toda la humanidad.
En ese contexto, el astrónomo y divulgador científico Carl Sagan junto con su equipo se embarcaron en un proyecto ambicioso que, además, iba contrarreloj. La propuesta surgió en enero y el Voyager 1 dejaría la Tierra en setiembre.
"Comunicar una historia de nuestro mundo a los extraterrestres" era (y es) el objetivo de la nave, segun la Nasa. Esa historia estaría contenida en una suerte de predecesor del CD, inserto en un protector de aluminio, que luego se convertiría en una suerte de cápsula del tiempo de la humanidad. Otro disco dorado iría a bordo del Voyager 2, la sonda espacial idéntica al Voyager 1 que fue lanzada el mismo año.
El grupo de astrónomos, que adoptó el rol de mensajeros de los humanos en el espacio, se dividió las tareas para reconstruir la historia y presente de la Tierra. Mientras Jon Lomberg recopiló imágenes de la Tierra (118 en total), Timothy Ferris hizo una selección musical. Ann Druyan armó el compilado de "sonidos de la Tierra" y su colega Linda Salzman recogió saludos de bienvenida de personas de todo el mundo en 55 idiomas. El equipo se asesoró con expertos que iban desde historiadores hasta artistas y etnomusicólogos, cuenta The Atlantic, que aclara que el disco no solo lleva "palabras en inglés", sino que contiene parte del arte y belleza de la humanidad, entre otros "aspectos trascendentales".
Así, el mensaje de la humanidad para cualquier civilización extraterrestre quedó armado: una mezcla de imágenes, sonidos, música, palabras y números (el contenido se puede ver en la web de Golden Record). El hoy icónico disco dorado incluye desde el sonido de viento y truenos, el trinar de aves, el canto de ballenas y hasta al hijo pequeño de Sagan diciendo: "Saludos de los niños del planeta Tierra".
El entonces secretario de Naciones Unidas, Kurt Waldheim, y el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, también dejaron sus saludos grabados . Unos 90 minutos de música en total (que incluyen el cuarteto para cuerdas número 13 de Beethoven) también están contenidos en el disco.
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